Decidida a retomar este blog, debería haber titulado esta entrada como "Un verano muy divertido", pero desde mi maternal punto de vista, fue totalmente productivo: McQueen y Princesa Descalza aprendieron a nadar (¡yei!). No son nadadores olímpicos todavía, pero por lo menos, en una emergencia, saldrían a flote.
Además del curso de natación, McQueen asistió a una clínica de tenis, donde prometían que mejoraría su nivel exponencialmente. Mejoró bastante y además obtuvo un super bronceado, parece panqué marmoleado.
Como mi hijo mayor estaba en su clínica dos horas diarias, aproveché para enfocarme en mi hija, y por fin puedo decir que aprendió a leer; lo hace con mucha más seguridad y fluidez. Honestamente dedicarle más tiempo y habernos apoyado en el libro "Arcoiris de Letras, ed. Trillas" (mismo que usé con su hermano mayor) fue la clave del éxito. Por meses estuvimos utilizando diferentes materiales y libros que nos obsequiaron, hasta que decidí regresar a lo conocido y de eficacia comprobada, en dos semanas lo logramos.
Cuando inició el verano McQueen me exigió un descanso "si todos están de vacaciones, ¡yo también quiero relajarme!". Una semana estuvo totalmente sin actividades, y cuatro más ha estado sólo haciendo deportes. Princesa Descalza se aburrió tanto que ella sola empezó a buscar sus libros para practicar la lectura, y aprovechando ese momento (de eso se trata el homeschooling) retomamos las clases de lectoescritura.
Al menor, Panbimbo, de dos años y medio, lo inscribimos en un curso que se llama TotsPlus, de Fastrackids, asiste 2 horas semanales a clases de desarrollo de habilidades (ej. comunicación, tolerancia, trabajo en equipo) y está encantado. La clase es muy dinámica, con canciones y manualidades, y estoy feliz de verlo tan independiente en un entorno desconocido para él. Tal vez más adelante le dedique toda una entrada a esta historia, por lo pronto debo presumir lo que la psicóloga me dijo al finalizar la clase de descubrimiento: "su socialización, perfecta" literalmente, ESO DIJO.
Esta semana he estado reuniendo materiales, organizando y planeando el nuevo ciclo escolar, estoy muy ilusionada y puedo ver que mis hijos también. Nos encomendamos a Dios, y que todo sea lo mejor para nuestras almas.
Me despido con una cita de Aristóteles que me ayuda a enfocarme cuando siento que voy perdiendo el rumbo:
"Educar la mente sin educar el corazón, no es educar en absoluto"
Saludos, LM
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