jueves, 13 de junio de 2013

Collares de Pasta

"Por qué le dices pasta si es sopa, mamá?" me pregunta mi hijo de 4 años. Me derrite su inocencia.

Hasta cierto punto tiene razón, pues los materiales de nuestra actividad de hoy estaban destinados a convertirse en sopa, pero en lugar de eso, terminaron siento unos lindos collares indios. (Tuve que salir del apuro diciendo que los guerreros indios usaban collares porque mi hijo no quería ponérselo).

Ensartar piezas pequeñas es una excelente actividad para el desarrollo de la motricida fina, es divertido y entretiene a los niños que gustan de la novedad.

Para empezar, teñimos la pasta con la técnica ancestral india del alcohol+pintura vegetal.

El azul es bastante difícil, parece verde, supongo que por el color amarillo que tene la pasta en primer lugar. Decidí teñir la pasta con color amarillo también, porque natural no se veía muy llamativa, y funcionó.

Después corté cordones (sólo tenía color fucsia, disculpen pero ya casi termina el año escolar y no he ido a resurtir la papelería) de un largo apropiado para que aún con nudos, pudieran pasar por la cabeza y colgarse al cuello.

Por último amarré un pedacito de popote al extremo del cordón, para que hiciera de tope y no se salieran las pastas por el otro extremo del que mi hijo las metía.

Creí que haría algunos modelos coloridos pero no, decidió hacer los collares de un solo color cada uno, y como su abuelita lo había invitado a comer, le hizo un collar en azul, qué tal?

Mientras tanto, Princesa Descalza ensartaba sus pastas en palillos de madera sujetados en una maceta. No le di pasta teñida por el alcohol que utilicé en el proceso, porque ella se lleva TODO a la boca.













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