Hace unos días celebramos a los ángeles guardianes, McQueen coloreó un dibujo para su angelito, creo que el color no es muy apropiado, pero no me gusta arruinar su iniciativa :) El dibujo lo encontré a través de la página Familia Católica, que me encanta! Está llena de buenas ideas y recursos.
Más tarde le conté un cuento sobre un ángel custodio muy ocupado con un niño muy travieso y en la noche, además de la oración regular al Ángel de la Guarda, platicamos con su angelito.
A mi hijo le cuesta un poco de trabajo entender que su Ángel está ahí aunque él no lo ve, pero estoy segura que lo asimilará perfectamente muy pronto.
Entre las anécdotas y tradiciones que disfruto sobre los ángeles custodios está la de san Josemaría Escrivá, quien al tener descompuesto su reloj, le pedía a su ángel guardian que le ayudase a despertar. También es bien sabido que cuando debes enfrentarte a una persona irascible, le reces a su ángel de la guarda para que le ayude a controlarse. Y una de las grandes comodidades de llevar una buena relación con nuestro ángel custodio es solicitarle que nos ayude a encontrar un lugar de estacionamiento cuando parece tarea imposible. Es verdad!
Esto no tiene nada de angelología, lecturas de ángeles o no sé qué cosas relacionadas con el esoterismo, esta es fe de la Iglesia:
Catecismo de la Iglesia Católica: 336. Desde su comienzo (cf Mt 18, 10) hasta la muerte (cf Lc 16, 22), la vida humana está rodeada de su custodia (cf Sal 34, 8; 91, 10-13) y de su intercesión (cf Jb 33, 23-24; Za 1,12; Tb 12, 12). "Nadie podrá negar que cada fiel tiene a su lado un ángel como protector y pastor para conducir su vida" (San Basilio Magno, Adversus Eunomium, 3, 1: PG 29, 656B). Desde esta tierra, la vida cristiana participa, por la fe, en la sociedad bienaventurada de los ángeles y de los hombres, unidos en Dios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario