viernes, 29 de junio de 2012

Jugando con Spaghetti!

La gran mayoría de los bebés disfruta hacer un desastre con la comida. No es porque les guste ver a mamá limpiando, sino porque de esta manera descubren texturas, olores, sabores y la relación causa-efecto.
Mi Princesa Descalza no es la excepción, aunque le encanta comer (y en grandes cantidades), a veces también desperdicia un poco, sólo para divertirse.

Como hoy no planeé ninguna actividad formal, y mi esposo no vendría a comer, sabía que tenía un día largo por delante.

Decidí hacer algo totalmente distinto a lo usual (tanto mi esposo como yo procuramos que siempre haya orden y limpieza en casa) y permitir que los niños ensuciaran un poco; aunque en realidad cubrí el piso con un mantel de plástico para minimizar el daño.

Cocí un paquete de 500 grs. de spaghetti, al dente o un poco firme. Escurrí y agregué aceite, para evitar que se pegara. Todo con las precauciones e higiene de cualquier comida, porque seguramente la bebé se comería algo de la pasta. Intenté teñir la mitad del spaghetti de azul para diferenciar la porción de McQueen de la de su hermanita pero no resultó muy uniforme el color, y no quise agregar más colorante vegetal por temor a que se manchara el piso si algo de la pasta caía fuera del mantel .

McQueen heredó lo escrupuloso de su madre y lo ordenado de su padre, él no quiso jugar con las manos, me pidió algo para "tocar" el spaghetti y se divirtió llenando tazones y trasladando la pasta de un recipiente a otro.

La Princesa Descalza estaba feliz manipulándolo directamente, incluso se metía pasta entre los dedos de los pies. Comió gran parte del "material didáctico" y disfrutó enormemente de la actividad.

Muy recomendable para bebés, y ya agregándole más herramientas (platos, cucharones, etc.) y una historia (restaurante), también es recomendable para niños.

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